Entrada alfa (a falta de un título mejor)

Es difícil dar con la primera frase de una historia. Queremos capturar la atención del lector que, ya sea por curiosidad o aburrimiento, se digna a leer nuestras palabras. Es posible que el principio de esta entrada sea modificado cuando tenga una idea más elaborada de lo que quiero decir. Mientras tanto, tecleo.

¿Que por qué he hecho este blog? No tengo más remedio si quiero aprobar Documentación Informativa. Supongo que no es muy políticamente correcto escribirlo, pero es la verdad.

Básicamente, el tema de este diario son mis reflexiones acerca de una de mis aficciones: escribir. No, no es un taller literario ni un lugar donde buscar consejo, ¿quién soy yo para darlo? Hace demasiado tiempo que no me siento frente al ordenador para contar historias por una mala combinación de falta de tiempo e ideas y pereza. Es muy frustrante.

Así que tengo la pequeña esperanza de que plasmar mis opiniones o preguntas sobre cómo elaborar relatos me ayude. Creo que, para escribir, hay que tener más o menos claro el tipo de historias que te gustan o desearías leer. Por tanto, es probable que muchas entradas versen sobre los que a mí me parece que son los elementos de una buena historia.

Pero este blog no tiene sentido sin los lectores. Y aquí es donde entras tú. Sí, tú. Me estoy dirigiendo a ti sin saber quién eres, pero no importa. ¿Te gusta leer? ¿Te encantan las series de televisión, el cine, los cómics o el teatro? ¿Tú también escribes? Si alguna de las respuestas es afirmativa (y aunque no lo fuera), bienvenido. La gracia de que yo me estruje el cerebro pensando al menos dos líneas para cada entrada es la siguiente: yo planteo un tema, me enrollo como una persiana (o no, depende del día), milagrosamente te hago reflexionar y me dejas un comentario. No es para alimentar mi ego, sino para fomentar el debate. Yo ya oigo mis pensamientos; quiero saber los tuyos, aunque tu opinión sea totalmente opuesta a la mía. Por supuesto, también puedes decir lo maravillosa que soy, no voy a negarte el gusto. Pero si dedicas un poco más de tiempo al contenido, mejor. Eso no quiere decir que estés obligado a dejar sesudas reflexiones. Se admite la entrada a escritores profesionales, expertos en literatura, ávidos lectores e intelectuales, pero ninguna es condición imprescindible para participar. Yo desde luego no las cumplo, para qué nos vamos a engañar.

Y esto es todo por hoy. Nos leemos en la próxima entrada.

Nuria.